Página Siete el medio de las oposiciones

Página Siete fue la oposición más consecuente y efectiva que tuvo el gobierno. No fue un medio que trabajó bajo los esquemas del llamado "equilibrio periodístico". Que siendo realistas, es más un deseo que un hecho.

 
Fue el espacio del contrapoder oficialista. Esa fue su mayor fortaleza y, paradójicamente, su mayor debilidad. Por eso, su posición en el espectro opositor lo cegó muchas veces ante la realidad, por ejemplo, durante la crisis de 2019. Así, no miró a Senkata con el lente que el periodismo de investigación exige, sus encuentros con el poder masista lo hacían ver un partido y no un movimiento en medio del alzamiento que se vistió con la Wiphala.

Pero más allá de eso, Página Siete equilibró la balanza de la contienda dándole a las oposiciones (conservadoras de derecha, de izquierda e incluso indianistas) el podio para su palabra.
Fue némesis del periódico La Razón. Su principal contendiente en el espacio de las mediaciones y motivo de sus mayores esfuerzos periodísticos. A Página Siete, en ese esfuerzo opositor, le debemos los mayores trabajos informativos respecto a los deslices del poder oficialista (autoritarismo, corrupción, debilidad institucional y persecución opositora). Por ello, en una sociedad donde los medios de comunicación difícilmente resultan un espacio plural y equilibrado, Página Siete deja un vacío que debilita la democracia boliviana. Deja la balanza de la contienda un poco a favor de la palabra del poder.

En ese sentido, hoy cierra el espacio de oposición mas consecuente, efectivo y reconocido que tuvo el oficialismo. Motivo de alegría para unos y de tragedia para otros. 

Gustavo Calle es Periodista