Dussel: el historiador que descolocó a Europa de su centralidad
Lo interesante de Dussel no fue su propuesta política anclada en un apoyo casi ciego a los gobiernos del Socialismo del siglo XXI. De hecho, esa fue su principal limitación.
Lo trascendente del filósofo e historiador fue, y creo será siendo, sus enseñanzas respecto a cómo entender la historia más allá de un eurocentrismo que limita el aprendizaje de la historia a una cuestión mecánica y fuera de los contextos locales.
Si bien no fue el único, Dussel, es el que más hizo para que la mirada histórica de lo "universal" sea replanteada.
La crítica "dusseleana" sobre el curso de la historia mundial desenterró a las civilizaciones de Latinoamericana, África y el Asia y descolocó a Europa de su centralidad.
Dussel ayudó para que Latinoamérica se esforzará por entender sus problemas como un fenómeno sistémico. Apoyado en la teoría del sistema-mundo o la dependencia, Dussel permitió una mirada compleja del pasado. La totalidad como un producto de varios contactos y no solamente como la evolución lineal desde Europa.
A Dussel le debemos la crítica a la famosa línea del tiempo "universal" (edad antigua, media y moderna). Una línea histórica que el filósofo criticaba porque escondía la historia y la centralidad de otras civilizaciones que el eurocentrismo había puesto como periferias. Su propuesta histórica buscaba poner a los sujetos de la historia en el lugar que les correspondía.
Por lo menos por estas tierras, Dussel sembró la duda sobre el relato oficial de la denominada "historia universal".
En Bolivia, su obra "1492: el encubrimiento del otro" (versión 2008), marcará un antes y un después para pensar y revisar el pasado mundial.
Tuvo críticos de toda laya, la mayoría lo desacreditaba por su vinculación política, pocos por su monumental obra histórica. En ese marco, su "Política de la liberación: historia mundial y critica" (2009) no fue objeto de debate como debería haber sido, fundamentalmente, en el mundo de la academia.
Dussel fue un historiador crítico. En ese sentido, no fue alguien del común dentro de la profesión. No se resignó, como la mayoría, a la colección de anécdotas oficiales y decidió mirar el pasado con ojo crítico. Gracias a este historiador, en Latinoamérica, muchos descubrieron que la historia puede ser también ideología, en particular, ideología eurocentrica.
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Por Gustavo Calle, periodista y profesor de historia